28 septiembre 2010

Permítame repetirle lo que le dije ya...: aborde la naturaleza a través del cilindro, la esfera, el cono, todo ello puesto en perspectiva, de modo y manera que cada lado de un objeto o plano se dirija hacia un punto central. Las líneas paralelas al horizonte dan extensión, es decir, una sección de la naturaleza o, si Ud. prefiere, del espectáculo que el Pater Omnipotens Aeterne Deus despliega ante nuestros ojos. Las líneas perpendiculares a este horizonte dan la profundidad. Ahora bien, la naturaleza se halla, para nosotros los hombres, más en profundidad que en su superficie, de ahí la necesidad de introducir en nuestras vibraciones de luz, representadas por los rojos y amarillos, una suma suficiente de azulados, con objeto de hacer sentir el aire.
Paul Cézanne "Carta a Emil Bernard, Aix en Provence, 15 de abril de 1904. , op. cit., p. 371".

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