11 diciembre 2014

Cultura


Cultura como "praxis", como la entiende Zygmunt Bauman, que apela a una práctica, como la práctica habitual de lo que vivimos.
“La cultura es la única faceta de la condición humana y de la vida en la cual el conocimiento de la realidad y el interés en el perfeccionamiento y la satisfacción propias se funden en una sola. El conocimiento cultural es el único que no se avergüenza de su partidismo y de su consiguiente sesgo. Es el único conocimiento lo suficientemente audaz para ofrecer al mundo su significado en lugar de aceptar crédulamente (o pretender que se acepta) que el significado está ahí fuera, prefabricado y completo, esperando ser descubierto y aprendido. Por lo tanto, la cultura es el enemigo natural de la alienación. Cuestiona constantemente la sabiduría, la serenidad y la autoridad atribuidas a lo Real.” Z.B.

 Por cultura debemos entender un conjunto de fuerzas operativas, tanto materiales como espirituales, que muchas veces pasan desapercibidas y que rigen el habito vivencial de los seres humanos. No son fuerzas abstractas,  ni se trata de meras cuestiones irrelevantes o sin impacto en nuestra realidad humana;  la cultura está confeccionada por estas fuerzas operativas visibles o invisibles (materiales o espirituales) que impactan o configuran nuestro propio desarrollo vivencial. La cultura es aquello que nos hace vivir tal y como vivimos, esto es lo que hoy en día no captamos. Por eso, nos cuesta mucho trabajo entrar en comunión con la Verdad.
La cultura no es más que este conjunto de fuerzas operativas, que condicionan, determinan, configuran  nuestras formas de pensar y nuestros modos de  vivir. La cultura tiene que ver con nuestras prácticas de vida humana. La cultura como “praxis” no es más que la realidad social de los hombres. Estas formas de pensar y modos de vivir se van a presentar como realidades humanas. Estas realidades humanas son las que configuran la cultura como praxis, o sea, como una realidad social humanamente compartida.
Por utilizar otra terminología, la praxis no es más que el espacio en el cual, nosotros somos, nos movemos,  y existimos.  La cultura es la herencia que nosotros hemos adquirido, o que nos han transmitido nuestros antecesores,  y esta herencia está constituida por formas de pensar muy especificas, y por modos de vivir también muy concretos, que en la mayoría de los casos pasan incuestionados. En pocas palabras; hoy no nos preguntamos: ¿por qué vivimos así de esta manera? o ¿por que nuestro pensar se ha dirigido en esta dirección y no en otra? o ¿Cuáles son las convicciones fundamentales en los cuales basamos nuestro desarrollo vivencial?
 

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