Por la inteligencia, el poeta, que la mayor parte de las veces no recibe de la inspiración más que una visión incompleta, mas que un llamado enigmático e informe, se torna capaz - en virtud de una búsqueda diligente y audaz, en virtud de un severo examen de sus materiales, en virtud de la denegación de toda idea preconcebida frente al fin de la obra- de construir un espectáculo concluso, de formar cierto mundo interior, propio sólo de él, en el cual todas las partes están regidas por relaciones orgánicas y proporciones indisolubles.
Paul Claudel, Sur Dante_ Positions et Propositions.